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Cada vez cadáver – Fito y Fitipaldis

El 13 de marzo de 2020 me encontraba en Bilbao, buscando localizaciones para la filmación del primer single del nuevo disco de Fito y Fitipaldis. Estaba tremendamente emocionado por el proyecto, algo que siempre me sucede cuando tengo la oportunidad de trabajar con un artista al que admiro tanto. Pero, entre visita y visita, no podía evitar encender la radio. Las noticias que llegaban de todas partes eran inquietantes. Ese mismo día, el País Vasco declaró el estado de emergencia sanitaria, y al día siguiente, mientras volvía a Barcelona en un avión prácticamente vacío, se decretó el estado de alarma en toda España.

Todo se detuvo de golpe: nuestras vidas, nuestras rutinas, y, por supuesto, el disco de Fito.

Un año después, aunque las cosas habían mejorado, todavía estábamos lejos de la normalidad. Me llegó el mensaje de “¡Ahora!” indicando que el proyecto debía retomar su marcha. Sin embargo, la idea original que habíamos concebido para el videoclip ya no era viable. Las restricciones seguían siendo fuertes, y lo que habíamos planeado inicialmente no podía realizarse.

Nos pidieron una alternativa. Tras meses de confinamiento, sentíamos la necesidad de crear algo especial, algo que conectara de forma más íntima con la gente. Y así surgió la idea de ofrecer una escucha en primicia del single a un grupo de fans que habían esperado pacientemente el regreso de Fito. La emoción que había detrás de todo el proceso era palpable. Estos fans llevaban mucho tiempo aguardando ese momento, y queríamos hacer algo memorable para ellos.

Organizamos todo con sumo cuidado: el equipo, la sala, los horarios. Distribuimos las citas para que cada grupo reducido pudiera tener su momento exclusivo, sin aglomeraciones ni riesgos innecesarios. Debíamos ser cautelosos con los contactos, pero, a pesar de las restricciones, el ambiente que se respiraba era de emoción pura. Todos los asistentes se portaron maravillosamente y respetaron las normas al máximo. Fue un día increíble, ver las caras de esos fans al escuchar por primera vez esos seis minutos de pura magia en forma de rock fue algo que jamás olvidaré.

¡Y hasta tuvimos la inesperada visita de algún jugador del Athletic Club!

El resto del videoclip lo habíamos filmado el día anterior, en una sesión íntima con Fito. El trabajo fluía, a pesar de las limitaciones, y estábamos logrando capturar la esencia que queríamos transmitir. Cuando el videoclip finalmente se estrenó, la satisfacción era inmensa. No solo habíamos logrado superar los obstáculos y hacer un buen trabajo, sino que sentíamos que aquel estreno era un pequeño indicio de que lo peor había pasado. Era como el primer paso hacia algo más grande, un preludio de una nueva gira, de volver a ver estadios llenos, de vivir la música en directo de uno de los artistas más importantes de nuestro panorama.

Ah! Y si eres muy fan de Fito y todavía no lo has descubierto, hay un enlace escondido a una interpretación muy íntima de la canción en el videoclip. ¿Lo has visto ya?